miércoles, 4 de septiembre de 2013

Aparador

Cuando encontré este precioso aparador en una tienda de muebles de segunda mano, era tan oscuro y tan viejo que no parecía trasmitir nada de vida. La madera era muy buena y estaba en buen estado y la forma era bonita así que me decidí por él y pensé en cómo devolverlo a la vida.

Los adornos de las puertas de la parte baja eran muy feos así que los sustituí por una moldura calada con unas hojas en un estilo 'art nouveau'  y limpié la madera de la tapa superior para ver qué tipo de madera me encontraba debajo de tantos años de pátina natural. La madera tenía un bonito color, posiblemente un castaño  así que decidí dejarla en su color natural y el resto lacarlo en blanco un poco tostado. Una vez traté y limpié la madera lijé un poco la pintura en los relieves y los bordes para dar una sensación de desgaste. Decidí no poner las puertas ya que impedían poner cosas delante y además deba una sensación muy compacta al mueble, sin ellas se veía más ligero  y lucían más las cosas que se colocaban en las baldas. Por último en la puerta central pinté un “Bon appetit”  con un color gris–malva.

Así  quedó este precioso aparador que hoy vuelve a lucir su porte en el comedor dando un toque clásico-romántico.













1 comentario:

  1. Te ha quedado precioso! Yo también soy una apasionada de la restauración de muebles, aunque ahora me he centrado en el diseño de Bisuteria.
    Bss

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